Artes plásticas na escola : narrando-se em imagens poéticas no ateliê.

Abstract

Esta disertación emerge a partir del interés teórico-metodológico de aproximar Educación y Arte para pensar y discutir posibilidades de las artes plásticas en la educación escolar en el ámbito mismo del conflicto de las interpretaciones del término imagen. Al enfatizar modos de producir y estar en imágenes en la escuela opto por no priorizar explicar o hablar sobre imágenes dadas y sí rescatar la inseparabilidad entre capacidades reflexivas y cuerpo operante para perseguir la compleja aproximación entre sensible e inteligible en la actualidad del encuentro con niños en un atelier de artes plásticas. Para tanto, trato de considerar que si todos nosotros podemos comprender ideas, gestos, modos de ser, narrados en imágenes, es posible interaccionar y “hablar” con imágenes. La educación de la sensibilidad, en la contramano de la banalización contemporánea de la expresión artística e intelectual, permite avanzar en dirección a la complejificación del humano e investigar posibilidades de comprender relaciones entre cuerpo, materia y narrativas para más allá del ver, describir, consumir imágenes. En la intención de apuntar el humano como ser de lenguaje, creador de narrativas de sí y del mundo, productor y transformador de imágenes, la investigación establece interlocución entre Amstrong, Bachelard, Castro, Chauí, Echeverría, Larrosa, Manguel, Meira, Richter, y las narrativas compartidas con estudiantes del 6º año de la Enseñanza Fundamental en el atelier de artes plásticas. La mediación metodológica se constituye, en cuanto abordaje cualitativo, en el interaccionar con el grupo, con los materiales, con el narrarse en pintura, en el modelaje en arcilla, en las narrativas corporales y posibilidades de estas prácticas y sus exigencias en el contexto en que ocurrieron acciones y producciones. La sustentación teórico-metodológica para las interacciones vividas en el atelier encuentra en el pensamiento complejo, lo cual viene se constituyendo a partir de una base no metafísica, la posibilidad de que nos consideremos contadores de historias y, también, personaje en las historias de los demás y en nuestras propias, transformando la investigación narrativa un estudio legítimo de la experiencia educativa. Relatar este proceso significa comprender la propia investigación como forma de aprendizaje, directamente relacionada a la experiencia vivida, en la cual somos aprendices constantemente desafiados. Por lo tanto, lo que está expuesto al debate es el acontecer cotidiano de la investigación que incluye observación, participación, intervención, entrevistas, fotografías, anotaciones de campo y negociaciones con los involucrados. Como resultado emergen imágenes que sólo pueden ser mostradas acompañadas por la poética de la palabra. En esa perspectiva, la educación exige, en cuanto práctica social, respecto al misterio de la persona. En su dimensión poética es autoeducación, por tanto auto creación al mostrar que la inseparabilidad entre lo sensible y lo inteligible dice respecto al auto aprendizaje en contexto educacional favorable al encuentro del cuerpo operante con materialidades aptas para que sean transformadas.